Un guiño con humor y fragilidad a los naufragios cotidianos. En un espacio circular, con el público situado alrededor, La Industrial Teatrera ofrece un homenaje a todos los viajeros que alguna vez se sintieron náufragos. Sin texto, valiéndose exclusivamente de sus cuerpos y rostros, los dos payasos representan el encuentro, el juego, la búsqueda, las huellas y las maletas imaginarias que unen a todos los seres humanos.