Georg Friedrich Haendel –George Frideric Handel en su adaptación inglesa– desarrolló la parte más trascendental de su carrera en Inglaterra. En torno a la figura del rey Jorge II, y ya como ciudadano británico, compuso Haendel dos de sus obras de mayor impacto exterior. Para la coronación del monarca, el 11 de octubre de 1727, escribió Cuatro Antífonas, cada una de las cuales seguía el orden del protocolo de la ceremonia, desde la unción, la presentación ante sus súbditos, su coronación y finalmente la de la reina consorte. Piezas adaptadas a la trascendencia del momento cuya concepción a gran escala comparten con otro de los hitos haendelianos, la Música para los reales fuegos artificiales compuesta para acompañar la exhibición pirotécnica en el Green Park londinense el 27 de abril de 1749 en celebración del Tratado de Aquisgrán que puso fin a la Guerra de Sucesión Austríaca. Haendel muestra su inmenso talento en esta suite que glorifica los aires militares encarnados en la extraordinaria presencia de los metales, aderezados con el encanto, la elegancia y el brío de las danzas.