El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria propone, a partir de sábado 16 de enero, un nuevo ciclo que, bajo el título ‘La Belleza’ mostrará tres películas de gran impacto visual los tres últimos sábados de enero, a las 20.00 horas, en el Palacete Rodríguez Quegles.

Days of Heaven, de Terrence Malick será la obra encargada de inaugurar el ciclo el sábado 16 de enero, Lola Montes, de Max Ophüls, podrá verse el 23 de enero, y por último, la recientemente estrenada The Assassin, de Hou Hsiao-Hsien, cerrará el programa de ciclos, el 30 de enero, hasta que regrese después del propio Festival, que tendrá lugar del 2 al 13 de marzo.

La segunda película de la filmografía de Malick, Days of Heaven (1978) y título que abre el ciclo, fue aclamada por la crítica y estrenada con un sugerente eslogan que subrayaba la idea que ‘La Belleza’ defiende: "Sus ojos... Sus oídos... Sus sentidos... serán abrumados”.

La película de corte épico contrapone su fotografía superlativa con una trama protagonizada por personajes sencillos. Days of Heaven es también la crónica social de las vidas humildes de los trabajadores de los campos de trigo estadounidenses.

Lola Montes (1955), del alemán Max Ophüls, programada para el sábado 23 de enero, es un espectáculo visual y una atrevida propuesta narrativa sobre la vida de la controvertida bailarina y cortesana Lola Montes. El color vibrante y la estética de esta obra hacen de la película un magnífico melodrama romántico y una excelente meditación sobre el estilo visual barroco y preciosista de Ophüls, un estilo que en ningún caso es gratuito.

El trabajo propuesto en el ciclo es una ambiciosa apuesta del director que no fue entendida en su momento y que después de reestrenarse en 2008, completamente restaurada, se considera la culminación de su legado.

Por último ‘La Belleza’ cierra el sábado 30 de enero el programa de cine en el Quegles con una obra maestra del director fetiche del Festival, The Assasin, del taiwanés Hou Hsiao-Hsien.

The Assassin ha sido ovacionada en Cannes, en donde su autor logró el premio al mejor director, y se define por una exuberancia visual indescriptible. La película, enmarcada dentro del ‘Wu Xia’, género característicamente chino sobre héroes de las artes marciales, sitúa la historia en la China del siglo IX.

Entre el drama y la acción la protagonista, una asesina implacable de gobernadores corruptos, se enfrenta a una misión final de dar muerte a un gobernador disidente con el que estuvo a punto de casarse.

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