Sandra Cinto (Santo André, Brasil, 1968) es una de las grandes renovadoras del dibujo en el contexto del arte latinoamericano, donde ha despuntado por su particular manera de expandir este lenguaje hacia un posicionamiento que dialoga con la pintura y la escultura. Partiendo del acto de dibujar, interviene gráficamente los espacios arquitectónicos, objetos o cualquier imagen, que pasan a tener carácter híbrido.