Hasta finales del siglo XIX Canarias era un destino elegido por exploradores y viajeros de la burguesía europea y muy vinculado turismo de salud, atraídos por un clima muy benigno y excepcionalmente bueno durante el invierno.
Tras el boom comercial que significó la inauguración del Puerto de La Luz y en un contexto vinculado a la instauración de los puertos francos y las facilidades otorgadas al libre comercio, la isla se convirtió en un escenario atractivo para que un gran número de barcos y compañías inglesas se estableciesen en Gran Canaria.
En esa furiosa actividad comercial ligada al puerto está la génesis de la actividad turística de masas en Gran Canaria, una actividad económica que, con el paso de los años, se convertiría en la principal fuente de ingresos de la isla y la colocará como uno de los principales destinos del continente. El despertar económico que cambió para siempre el devenir de la ciudad y de la isla de Gran Canaria se produjo en torno al área de Santa Catalina. Tras el declive del tomate y el plátano, como los dos principales cultivos de exportación del siglo XX, el turismo se convirtió en el motor económico de la isla, se erigió como el último monocultivo.
Por esa razón, el Parque y el Muelle de Santa Catalina van a ser los protagonistas de los itinerarios interpretados en conmemoración del Día Internacional del Turismo.
Plazas limitadas.
+ Info: Patrimonio Histórico